martes, 11 de noviembre de 2008

11 de noviembre

Me enciendes
cada vez que me miras.
Me matas y
luego me resucitas.
Ciago en tus manos,
y dejo todo a tu antojo.
Me conviertes en una desconocida,
en una sombrea que te espía
en cada rincón que te escondes.
No necesito luz para verte,
con el tacto
voy reconociendote.
No necesito aire para respirarte,
solo con tu presencia puedo vivir.
Hace tiempo que no sentía
el placer en mis labios;
que no miraba con los ojos cerrados.
Hace tiempo que no vivía
un momento de felicidad plena;
ni esperaba que el deseo se encienda.
Siento que hoy
tengo un lugar en este espacio desolado,
que ya no soy
un punto negro en el universo.
Hoy brillo
por mi misma,
o talvez lo hago
porque te tengo a mi lado.
Hoy puedo sonreir cuando te tengo,
y recordarte felizmente cuando vuelvas.
Hoy,
soy yo cerca tuyo.
Hoy
me entrego a lo inesplicable.
Hoy
sonrio por tenerte
para que cada mañana al levantarme,
en un nuevo día,
pueda quererte un poco más;
y esperar,
que tus besos me vuelvan a calmar.

4 comentarios:

Lycette Scott dijo...

Que bello, me encantó

DINOBAT dijo...

Mientras dure hay que quedarse en el camino...

celebrador dijo...

Mmmmmmhhhhh, "mirar con los ojos cerrados", ¿eso es como seguir bailando aunque la música acabó hace rato?

Kri§ dijo...

Que bueno! Bastante sincero y es que en estos tiempos de guerra no hay mejor escudo que el amor. Aunque a veces sea el amor quien nos mate y no la guerra.

Saludos.